martes, 7 de abril de 2015

LECCION DEL ARBOL DE DURAZNO


Lección del Árbol de Durazno:


"Era un duraznero pequeño que crecía en mi jardín, pero producía muchas frutas. Duraznos hermosos, dorados, dulces y jugosos. 
 Como la mayoría de las cosechas, los duraznos no aparecieron de repente; crecieron gradualmente a través de un proceso. 
 Cada primavera las hojas aparecían primero en el árbol, luego los capullos, y finalmente comenzaban a brotar los frutos pequeños. Las diminutas protuberancias crecían constantemente hasta que todo el árbol quedaba cubierto con el fruto maduro. Yo tenía que podar y asperjar el árbol ocasionalmente, pero a parte de eso sólo recogía y comía los frutos. Cada primavera daba una nueva cosecha.


Entonces una primavera algo diferente, sucedió. Las hojas salieron normalmente; los capullos brotaron; incluso aparecieron algunos brotes pequeños de frutas. Pero entonces todo cambió. Las hojas que siempre habían sido tan verdes y frondosas comenzaron a volverse amarillas y marchitas. Y el árbol dejó de crecer. Yo asumí que era un problema de agua. 
 Rápidamente remojé el árbol. Continuó marchitándose. Alarmado llamé a un especialista El me dijo que parecía el insecto perforador de durazno. Me dijo que examinara el suelo. 
 Nunca había oído hablar de perforadores de durazno, pero seguí sus instrucciones y lo examiné. Unas cuantas pulgadas debajo del suelo, donde el tronco terminada y comenzaba el sistema de la raíz, los encontré: pequeños insectos perforadores blancos. Se habían comido toda la base del árbol, no a través del tronco, sólo la capa externa.  
Pero debido a que la nutrición de las raíces fluye a través de la capa exterior, estos pequeños perforadoras habían efectivamente cortado el árbol de las raíces.

Hice todo lo que pude para salvar el árbol. Pero era demasiado tarde. Herido desde la raíz, el árbol murió. Y con él, mis frutos. Sólo quedó madera muerta, y un mensaje:

"Usted no puede tener frutos a menos que cuide las raíces"

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